lunes, 13 de diciembre de 2010

la imagen

Desde la prehistoria hasta la actualidad la imagen ha tomado importancia, puesto que esta contiene la forma de entender el hombre su realidad, por tal razón se ha desarrollado diversas formas que utilizan la imagen, como por ejemplo la pintura, la fotografía y el cine, cada una de estas su historia e influencia en la época en que se desarrollaron. Asimismo, la masificación de la tecnología ha permitido que aumente la producción y, por consecuencia el consumo debido a que no exige un talento innato.
Este consumismo se ve evidenciado en los medios de comunicación como la publicidad  y la industria del entretenimiento que adquieren un uso “utilitario”  en vez de tener un uso exclusivamente individual, y por lo tanto sus funciones son más especializadas, lo mismo que sus consecuentes rasgos. Este fenómeno influye en las estructuras cognitivas de los usuarios que se evidencia en su comportamiento, por ejemplo el surgimiento del cine en  Latinoamérica en los años cuarenta y cincuenta; este utilizaba los esquemas dramáticos y estilísticos  que implica la asimilación de determinadas ideas elaboradas por Hollywood .[1]
Por  consecuencia,  en una sociedad dominada por el iconicismo  la lectura de la imagen tiene gran relevancia, puesto que si no se tiene una postura critica frente a la imagen el espectador se convierte en un ente manipulable, puesto que se obliga a este a adherir una construcción falsa a un conjunto de imágenes verdaderas (Fornet: 57, 1988). De esta manera, la imagen  captura una parte de la realidad que abarca unos elementos  que se evidencia a través de la forma en que se presenta, ya que permite la comunicación entre el realizador, el texto y el espectador. Debido a esto, se han presentado diversas teorías, por ejemplo Ivins o Benjamin, en el se afirma que la imagen ha llegado a ser un signo cada vez más parecido al lingüístico, de tal modo que ahora cada enunciado puede repetirse en varias formas.
Por otro lado, uno de los primeros medios en producir imágenes fue la literatura, ya que esta por medio de los juegos lingüísticos evoca representaciones y presenta la verosimilitud de algo no real, como se puede evidenciar el cine y la literatura tienen un común denominador y podría afirmarse que persiguen un mismo fin, sin embargo la imagen convertidas en estructuras discursivas con la ayuda de  las técnicas (planos, angulos, etc.) crean un nuevo código  que se ha ido modificando y , posteriormente, se aprende a decodificar, mientras que la literatura conserva la independencia del ritmo de presencia del acontecimiento, es decir puede interrumpir su lectura.



[1]FORNET, Ambrosio. cine, literatura, sociedad. Editorial Letras Cubanas, ciudad de la Habana, 1988. PÁG, 8.

martes, 7 de diciembre de 2010




Pienso que la forma en que la vida fluye está mal. Debería ser al revés: Uno debería morir primero para salir de eso de una vez.

Luego, vivir en un asilo de ancianos hasta que te saquen cuando ya no eres tan viejo para estar ahí.

Entonces empiezas a trabajar, trabajar por cuarenta años hasta que eres lo suficientemente joven para disfrutar de tu jubilación.

Luego fiestas, parrandas, alcohol. Diversión, amantes, novios, novias, todo, hasta que estés listo para entrar a la secundaria…

Después pasas a la primaria y eres un niñ@ que se la pasa jugando sin responsabiliddes de ningún tipo…

Luego pasas a ser un bebé, y vas de nuevo al vientre materno, y ahí pasas los mejores y últimos 9 meses de tu vida flotando en un líquido tibio, hasta que tu vida se apaga en un tremendo orgasmo…  ¡Eso si es vida!


Quino

lectura

Les tengo que confesar algo, yo también lo hago, al escondido, sí,
no se lo cuenten a nadie, pero yo también, leo cuando nadie me ve.
Héctor Abad Faciolince

En el transcurso de la historia se ha evidenciado que los seres humanos han tenido la necesidad de plasmar la realidad a través de signos, es así que algunas sociedades antiguas como China o Egipto se determinaban personas especializadas, es decir establecida como profesión, en grabar en tablillas o pintar en seda. No obstante, muchas de estas expresiones sufrieron incontables transmutaciones hasta convertirse en libros al alcance de toda persona que supiera leer, por consecuencia  la lectura y la escritura evolucionaron de tal forma que estas actividades estaban  inmersas en la vida cotidiana, puesto que por medio de ella se pueden hacer construcciones sociales.  De igual forma, la democratización de la lectura y la escritura  contrajo otra realidad: la incapacidad de hacerla efectiva para todas las personas sin importar su condición social;  por consiguiente,  la creación de la escuela obligatoria velaban por brindar el acceso al saber contenido en los libros para formar a un sujeto consciente de su rol en la sociedad con derechos y deberes que se logra por medio del aprendizaje de la  lectura.


La enseñanza de la lectura y escritura se realizaba por medio de una técnica que consistía en el trazado de las letras y la correcta pronunciación del texto, posteriormente; a partir de la dominación de la técnica,  se pretendía que el estudiante comprendiera el texto y produjera textos, pero muchos no lograban este objetivo, por consiguiente la noción de fracaso escolar aparece como problema patológico que impide aprovechar la enseñanza de estos procesos.  Frente a esta problemática  han surgido  diversas teorías que se comenzaron a gestar en los años cincuenta con las corrientes lingüísticas estructuralistas que renovaron  la enseñanza de la lectura por medio de la búsqueda de significado correspondiente al contexto del estudiante que posteriormente evoluciona a la oración como unidad máxima unidad del lenguaje con sentido. 

Sin embargo, pese a estos avances sobre la enseñanza de estos procesos, la realidad es otra, puesto que la sociedad  presenta una apatía frente a la lectura y la escritura, además se limita a la búsqueda de información; este fenómeno es llamado iletrismo, por consecuencia cabe preguntarse cuál es la función de la lectura en el desarrollo de una sociedad actual.  Ahora bien, en un mundo donde cada vez está más informatizado, las personas deben tomar decisiones sobre la información para crear su propia concepción sobre lo que está sucediendo, por lo tanto en una democracia exige que los individuos sean verdaderamente alfabetizados para elevar su pensamiento y ser libres.

Por otra parte, los esfuerzos educacionales deben estar encaminados a actualizar y formar a maestros que de alguna manera “motiven” al estudiante a tomar la lectura como un acto natural de su condición humana, puesto que así como se aprendió hablar por medio de la imitación y la experiencia  resulta de manera semejante la  lectura; asimismo en la mente del niño el docente se asocia al conocimiento, y si el niño le agrada el maestro va a tener más interés en asuntos académicos, tal es el ejemplo de Moncho , en la película la lengua de las mariposas,  que toma interés al estudio por medio de su maestro que sabe comprender y disipar las inquietudes de su alumno. De igual forma, el profesor no debe ser el único responsable del proceso de aprendizaje del estudiante, sino que su entorno debe contribuir a  este desarrollo por medio del ejemplo, también se  tener en cuenta que la educación debe ser un proceso vital para la sociedad porque a través de ella se transmiten los “hábitos de hacer, pensar y sentir de los más viejos a los más jóvenes. Sin esta comunicación de ideales, esperanzas, normas y opiniones de aquellos miembros de la sociedad que desaparecen de la vida del grupo a los que llegan a él, la vida social no podría sobrevivir”, es decir se establece un vínculo primordial entre común, comunidad  y comunicación , esto es debido a que un elemento que distingue a una comunidad de una asociación meramente física, es el de tener creencias y valores en común, y esto es posible mediante la comunicación.